jueves, 14 de noviembre de 2013

La cuestión educativa.

La educación tal y como la conocemos no funciona, cada día se nota más su objetivo mercantilista
que en vez de enseñar, nos prepara para ser sumisos al sistema capitalista, con medidas que sólo nos
reducen a un simple bien mercantil y la cada vez más obsesión de que un estudiante no vale nada si
no tiene un gran pode económico, destruyen la institución escolar tal y como se conoce.
Las tasas son cada vez más altas y los libros que se supone que deberían ser un bien público cada
día son más caros e inaccesibles para las familias con menos poder adquisitivo.
Se supone que la educación es un derecho, no un privilegio.
El capital no es más que un mal para la educación en general, sólo quiere crear personal sumiso
para sus multinacionales.
En un sistema plenamente justo las escuelas servirían para enseñar, no para manipular. La escuela
no debe hacer memorizar a los niños una gran proporción de cosas, sino enseñar simplemente. Por
qué con éste método los alumnos sólo memorizan durante un corto período de tiempo. Las cosas
aprendidas en la escuela deberían servir para la vida real, atender a unas necesidades, no enseñar
grandes problemas matemáticos si el alumno no quiere, eso, lo que hace, es desmotivar a dicho
pupilo.
Se deberían mostrar alternativas, para aquellos alumnos que no muestran interés por algunas
materias, simplemente habría que guiarlos en el camino del aprendizaje, no empujarlos a una
estampada segura. La educación debería ser libre, gratuita, pública y democrática,
Las reformas impulsadas por el actual sistema capitalista no hacen más que empujarnos cada vez
más al lado opuesto.
Ahora los directores podrán elegir al dedillo sus equipos de profesorado dejando la participación
estudiantil y parental obsoleta, por ende la democratización es imposible en el ámbito estudiantil.
En estros últimos meses los ataques a los servicios públicos han aumentado excesivamente. Y como
no le a tocado recibir la mayor parte a la educación.
Es un constante de agresiones a la inmersión lingüística que nos ataca ferozmente mediante la ley
LOMCE.
Ésta ley supone un ataque a las lenguas de las naciones de la península ibérica, como puede ser,
Euskal-Herria, Galiza y Catalunya; a demás de la introducción de la religión en un país laico y
aconfesional; la clasificación de los centros según leyes criterios mercantiles con la consecuente
desigualdad entre estos; el aumento de alumnos por ratio; la privatización de las becas; el aumentode las horas docentes del profesorado con, al mismo tiempo, reducción de sueldos, eliminación de
pagas extra y no cobertura de las bajas laborales; el aumento de las tasas universitarias de de FP; el
adoctrinamiento con finalidades políticas del alumnado mediante la asignatura “Educación cívica y
constitucional”.
Así pues, nos pretenden imponer un modelo educativo que apuesta plenamente por la elitización, la
desigualdad, la privatización y la destrucción del enseñamiento público.
De esta manera devalúan la calidad del enseñamiento al proletariado y favorecen al burgués que
seguirá disfrutando de los mismos privilegios.
Es por éste motivo que me opongo plenamente a éste modelo educativo.

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